Por Giancarlo Ameghino, Gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland
Si bien muchas veces el compromiso laboral no es relacionado con el bienestar de las personas, la firma internacional Gallup demostró lo contrario en su ‘State of the Global Workplace 2022 Report’. La multinacional ha llegado a la conclusión de que la forma en que las personas experimentan su trabajo influye en su vida diaria. De hecho, cuanto más agotamiento o estrés laboral hay, aumentan la dificultad para asumir responsabilidades familiares y las probabilidades de enfermarse.
En Latinoamérica y el Caribe, por ejemplo, el reporte indica que el compromiso de los colaboradores solo asciende al 23%. Ello influye, en parte, en las emociones negativas diarias que presentan: preocupaciones (53%), estrés (50%), ira (15%), tristeza (27%). Por contraparte, cuando los trabajadores están comprometidos y prosperan en sus quehaceres, experimentan menos estrés, enojo y problemas de salud.
Esto solo demuestra el fuerte impacto del trabajo en la felicidad de las personas. En la actualidad, cada vez más compañías se están haciendo conscientes de la necesidad de cuidar a su personal, pues un trabajador feliz estará más motivado a realizar sus labores, volviéndose más productivo. Esto repercutirá en los resultados de la organización y en el servicio que se le brinda al cliente.
Si bien una remuneración justa es un buen punto de partida para la felicidad y tranquilidad de los colaboradores, no lo es todo. El salario emocional —aquellos beneficios no económicos que ofrece la empresa— también es importante. Algunas acciones como reconocer el trabajo, valorando el esfuerzo y el buen desempeño de las tareas, ayudarán al colaborador a sentirse realizado.
La comunicación en el equipo también resulta indispensable. Los colaboradores necesitan entender el objetivo de su trabajo y sentirse partícipes de los proyectos que realizan, teniendo responsabilidades a su cargo. Esto aumentará su nivel de compromiso y les demostrará que tienen la confianza de sus líderes. Cabe resaltar que no solo las buenas relaciones con superiores —en un clima de igualdad— son favorables, los vínculos con compañeros propician la cercanía y los ambientes cooperativos.
Por otro lado, ofrecer jornadas flexibles, posibilidades de teletrabajo y oportunidades de crecimiento al interior de la compañía también resultan positivas y causan felicidad. Por el contrario, un empleado insatisfecho seguirá un patrón de desmotivación, impuntualidad o estará en una permanente búsqueda de oportunidades laborales.
Es importante mencionar que no todo será tarea de la compañía. Por parte del colaborador, este deberá también preocuparse por su bienestar y satisfacción al propiciar un buen clima mediante una actitud empática, resiliente, amable y comunicativa.
Las organizaciones emplean distintas fórmulas para promover la felicidad. Por ejemplo, en nuestro caso, en el Grupo Crosland, sabemos que el corazón de cualquier empresa son sus personas. Por eso, cuidamos a los equipos y creamos iniciativas para fomentar un ambiente agradable e impulsar su equilibrio mental, físico y emocional. Es imprescindible pensar en los colaboradores como personas para formar comunidades más prósperas.