El Instituto Peruano de Economía (IPE) presentó recientemente un estudio sobre el mercado de créditos informales en el Perú. El estudio identificó que cerca de la mitad de quienes recibieron crédito de un prestamista o casa de empeño paga una tasa de interés anualizada de 500% o más. Este es un costo muy superior a lo que cobran las entidades formales. Y además de ello, entre los que se retrasaron en el pago a un prestamista o casa de empeño, más de un tercio fue amenazado o recibió algún tipo de daño.
Estos son algunos de los peligros y daños que el sector de prestamistas informales le genera a las personas. Dada la seriedad del tema, se hace más importante que nunca buscar formas de incluir a más personas en el sistema financiero formal, que no solo tiene tasas de interés mucho más bajas, sino además es seguro y ofrece garantías.
Victor Fuentes, economista jefe de políticas públicas del Instituto Peruano de Economía, comentó durante la presentación del estudio que la inclusión financiera es fundamental para combatir el crédito informal. “Hoy en día las regiones que tienen menos agencias bancarias formales son las que suelen tener un mayor porcentaje de uso de créditos informales”.
Los especialistas consideran que la digitalización de los servicios financieros, la promoción de la educación financiera y la competencia en el sector, son fundamentales para masificar el acceso a los servicios financieros formales.
Para mejorar el acceso a los servicios financieros, la tecnología juega un rol muy importante. La digitalización de la banca permite ofrecer servicios de ahorro y crédito sin tener que acudir presencialmente a una agencia, permitiendo el acceso de comunidades rurales al sistema financiero formal.
Un buen ejemplo es la masificación del uso de billeteras digitales, hoy usadas por más de 12 millones de personas en el Perú. Conforme las personas usan sus billeteras digitales para comprar y vender, van acumulando un historial de pagos que les permite luego acceder a microcréditos formales con tasas de interés mucho más competitivas, y con total seguridad.
Ricardo Montero, jefe de estudios económicos de la Asociación de Bancos del Perú, comentó que muchas personas acceden a créditos informales por falta de conocimiento sobre cómo comparar alternativas y elegir el mejor producto financiero. “Las personas de todos los niveles socioeconómicos tenemos dificultades para hacer cálculos básicos de intereses y hay mucho desconocimiento sobre productos bancarios”, señaló Montero en el marco de la presentación del estudio del IPE.
“Es por eso que hemos lanzado distintas iniciativas de educación financiera, como ´Educación Financiera en tu Cole´ y ´Finanzas al Toque´ para inculcar estos conocimientos en estudiantes en edad escolar y a los que ya no están en edad escolar. Lo importante es que las personas tengan las herramientas para comparar alternativas y elegir el servicio financiero que más se adecue a sus necesidades”, destacó Montero.
Reglas claras y promoción de la competencia:
El sector financiero es altamente competitivo. En el Perú operan 17 Bancos, 12 cajas, 19 instituciones de microfinanzas y más de 70 cooperativas, que ofrecen distintos servicios financieros. Los especialistas coincidieron en que promover la competencia en el sector contribuirá a que los usuarios cuenten con aún más opciones para satisfacer sus necesidades, no obstante, recalcaron que para que esto suceda, se debe legislar en base a criterios técnicos que promuevan la inclusión financiera de más peruanos en el sistema formal.
“Iniciativas como el control de tasas de interés, o que las personas no puedan usar su cuenta sueldo como respaldo para un préstamo, pueden sonar muy populares, pero lo que están haciendo es limitar el acceso de las personas al sector formal, y obligándolos a recurrir al peligroso sector de prestamistas informales”, indicó Montero.
Finalmente, los panelistas en la presentación del estudio concluyeron que desde el sector formal se debe continuar acercando a la banca a las personas para luchar contra los peligros de la banca informal. “Como sector, debemos tomar lecciones de este estudio para hacer nuestra comunicación más clara, directa y fácil de entender, para que más personas estén incluidas y tengan acceso a servicios financieros seguros y adecuados”, concluyó Montero.