La Mag. Delia Muñoz, Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Nobert Wiener, potenciada por Arizona State University, dio a conocer cómo la inteligencia artificial se viene involucrando en materia legal, durante el IV Congreso Internacional de Derecho Procesal, que contó con la partición del Dr. Hugo Muñoz de Chile y Dr. Antonio Lorca Navarrete de España, entre otros destacados profesionales del derecho.
Cuando se habla de inteligencia artificial (IA) se hace referencia a una serie de algoritmos que albergan grandes volúmenes de datos, los cuales brindarán una solución ágil y eficiente a un problema, imitando procesos de inteligencia humana. Por ello, es considerada una herramienta atractiva en diversas áreas como el derecho procesal que tiene, justamente, como objetivo dar solución a conflictos de relevancia jurídica de forma pacífica.
“A nivel mundial, la inteligencia artificial (IA) es usada para analizar grandes cantidades de datos jurídicos. Asimismo, esta tecnología no está ajena a las decisiones que vienen tomando los magistrados en nuestro país. La IA abre paso a diversas oportunidades, pero también desafíos para no violar la privacidad y los derechos humanos de la sociedad”, afirmó la Mag. Delia Muñoz, Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Norbert Wiener, durante el IV Congreso Internacional de Derecho Procesal organizado por dicha casa de estudios.
Asimismo, el Dr. Hugo Muñoz, catedrático de Derecho Procesal de la Universidad Central de Chile, destacó que la inteligencia artificial ayuda a los abogados a identificar precedentes en la jurisprudencia, permite a las administraciones simplificar los procesos judiciales y apoya a los jueces a establecer predicciones sobre temas que incluyen la duración de sentencias y las puntuaciones de reincidencia.
Es por ello la importancia de que se suministren datos de calidad, debido a que los sistemas judiciales utilizan la inteligencia artificial de manera predictiva para brindar insumos al juez que, finalmente, tomará una decisión, sin saber con claridad qué datos fueron considerados. En ese sentido, los algoritmos necesitan ser entrenados para que su comportamiento se adecúe a las reglas del contexto social.
Por otro lado, las pruebas, necesarias para determinar la culpabilidad de un procesado, son otro desafío, porque la veracidad con la que se muestra la inteligencia artificial puede ponerlas en peligro, por ejemplo, al lograr imitar perfectamente algunos gestos y movimientos del ser humano en un contenido audiovisual, haciendo un llamado a trabajar con una seguridad jurídica más fuerte o cambiar las normas procesales con la finalidad de hacer respetar los derechos humanos y fundamentales.
Teniendo en cuenta ello, otra de las conclusiones más importantes del IV Congreso Internacional de Derecho Procesal, que contó con la presencia de catedráticos y especialistas de renombre de España, Chile y Perú, fue la necesidad de buscar que la inteligencia artificial sea una herramienta que mejore los procesos penales sin vulnerar los derechos y las garantías establecidas en los pactos internacionales.