Estados Unidos reitera su postura: “No hay apertura de fronteras”
El gobierno de Estados Unidos está a punto de levantar una política que ha permitido la rápida expulsión de muchos inmigrantes en la frontera sur. Esta medida, conocida como Título 42 y implementada durante la era de Donald Trump para prevenir la propagación de la COVID-19, expirará a las 11:59 p.m. del jueves 11 de mayo, a menos que se interponga un recurso legal de último minuto.
Las autoridades se preparan para un posible aumento de la inmigración en los próximos días, lo que podría generar tensiones políticas y agotar los recursos en toda la frontera sur. Agentes fronterizos, funcionarios estatales y locales, y los principales asesores del presidente Biden en Washington están alerta ante la llegada de decenas de miles de migrantes. De hecho, algunas personas ya han empezado a cruzar hacia las ciudades fronterizas de Estados Unidos anticipando el fin del Título 42.
Ante esta situación, tres ciudades de Texas -Brownsville, Laredo y El Paso- han declarado el estado de emergencia debido a la crisis humanitaria que enfrentan los migrantes. En El Paso, por ejemplo, migrantes en situación de indigencia ocupan cada espacio en la acera y la cantidad de personas se ha disparado de unas pocas decenas a cerca de 2000 en tan solo unos días. Los hombres piden dinero para viajar en autobús a otras ciudades en busca de trabajo, mientras que los niños pequeños vagan por los callejones buscando comida y pidiendo limosna.
Cuando finalicen las restricciones inspiradas por la pandemia, las autoridades fronterizas reanudarán un sistema de inmigración que ha fracasado en gran medida durante décadas, pero con la presión añadida de tres años de demanda acumulada. Alrededor de 35.000 migrantes se concentran en Ciudad Juárez, otros 15.000 en Tijuana y miles más en otros sitios del lado mexicano de los 3152 kilómetros de frontera.
Ante esta situación, funcionarios de la Casa Blanca han trabajado durante meses para prepararse para un probable aumento de la inmigración. Han construido instalaciones temporales para albergar a miles de migrantes más, han reclutado a contratistas y han reducido el tiempo de tramitación de las personas detenidas. Además, han tomado medidas para fomentar un flujo migratorio más ordenado.
El jueves entrará en vigor una nueva norma estricta que descalifica a los solicitantes de asilo que no hayan buscado protección primero en otro país. Al mismo tiempo, el gobierno está trabajando con las Naciones Unidas y otros países para abrir centros de tramitación en Colombia y Guatemala con el fin de animar a los migrantes a solicitar refugio en Estados Unidos u otros países sin tener que caminar hasta la frontera.
El presidente Biden también ordenó el despliegue de 1500 soldados para ayudar en la frontera, aunque las autoridades esperan un gran número de personas en los próximos días. Biden se enfrenta a cambios globales en los patrones migratorios, así como a las fuerzas económicas y el malestar social que empujan a la gente hacia el norte.
El futuro de la política migratoria de Estados Unidos sigue siendo incierto y altamente politizado. Aunque la suspensión del Título 42 puede parecer un paso hacia la apertura de las fronteras, la nueva norma que descalifica a los solicitantes de asilo que no hayan buscado protección primero en otro país podría limitar significativamente el número de personas elegibles para recibir asilo.
Además, la cooperación con otros países para establecer centros de tramitación y programas de migración ordenada puede enfrentar desafíos políticos y logísticos, y aún no está claro si estos esfuerzos serán suficientes para manejar la demanda acumulada y evitar una crisis humanitaria en la frontera.
Mientras tanto, los migrantes siguen llegando a la frontera sur, enfrentándose a peligros y dificultades extremas en su camino hacia Estados Unidos. La respuesta del gobierno de Biden y la sociedad estadounidense a esta situación puede tener un impacto significativo en la imagen del país en el mundo y en la vida de miles de personas vulnerables que buscan refugio y oportunidades en Estados Unidos.
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Foto: Justin Hamel para The New York Times. Migrantes en El Paso. Funcionarios federales, estatales y locales se preparan para la llegada de decenas de miles de migrantes en los próximos días.
Redacción con datos de The New York Times