Evaluación Económica de Perú en 2024: “Crecemos porque ya no está Pedro Castillo y Dina Boluarte no hace nada”

El año 2024 ha sido un periodo de transición para la economía peruana, según el economista Carlos Adrianzén. En su análisis, destaca que el país registró un punto de quiebre con la salida de Pedro Castillo de la presidencia, lo cual permitió detener la tendencia decreciente que caracterizó su gobierno. Sin embargo, también critica la falta de acción por parte de la actual mandataria Dina Boluarte para capitalizar lo que califica como una “primavera económica”.

Un Año de Contrastes

Desde una perspectiva estrictamente económica, Adrianzén considera que el 2024 no ha sido un año de grandes logros estructurales. El crecimiento económico observado, con una proyección de cierre del 3% en diciembre, debe interpretarse más como un rebote que como un avance sustancial. En palabras del analista: “Crecemos porque ya no está Pedro Castillo y Dina Boluarte no hace nada”.

Este crecimiento, aunque positivo, contrasta con lo que pudo haber ocurrido si las políticas del expresidente Castillo hubieran continuado. Adrianzén estima que la economía podría haber decrecido más del 10% anual bajo su mandato, debido a las reformas de alto costo y bajo rendimiento que intentaba implementar.

Factores de Crecimiento

El cambio en la inercia económica se explica, según Adrianzén, por el desempeño del sector agroexportador. Este sector ha experimentado un crecimiento extraordinario en la última década, triplicando su valor en dólares y consolidándose como un motor clave de la economía peruana. En contraste, el sector minero, históricamente una de las principales fuentes de ingresos del país, sigue enfrentando limitaciones debido a la falta de incentivos para nuevas inversiones y a políticas que han obstaculizado su desarrollo.

El desarrollo del megapuerto de Chancay también se presenta como una de las pocas señales positivas de inversión. Sin embargo, Adrianzén subraya que este proyecto es el resultado de decisiones tomadas hace más de una década, lo que refleja la ausencia de iniciativas recientes para impulsar la economía.

Desafíos Pendientes

Pese al crecimiento observado, es necesario descontar el impacto del crecimiento poblacional, que se sitúa en torno al 1.5%. Esto reduce el crecimiento real per cápita a aproximadamente 1.5%, lo que sugiere que el país aún enfrenta retos significativos para alcanzar niveles de desarrollo más sostenidos y equitativos.

Además, el estancamiento económico que marcó los últimos gobiernos de orientación izquierdista persiste como una barrera. La falta de políticas claras para fomentar la inversión y la innovación limita las posibilidades de un crecimiento más robusto en el futuro.

Conclusión

El 2024 marca un cambio en la tendencia negativa de la economía peruana, pero no representa un avance estructural significativo. El desempeño del sector agroexportador y el rebote económico tras la salida de Pedro Castillo son elementos clave para entender el panorama actual. Sin embargo, el país necesita un liderazgo más proactivo y una visión de largo plazo para consolidar un crecimiento sostenible y equitativo.

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