El comercio exterior peruano alcanzó un nuevo hito en 2023 al cerrar con una balanza comercial positiva.
Según datos recientes del Banco Central de Reserva (BCR), las exportaciones del país superaron las importaciones en 1,989.4 millones de dólares durante el mes de julio. Este resultado refleja el dinamismo de las exportaciones, las cuales ascendieron a 5,713 millones de dólares, frente a las importaciones que totalizaron 3,723.6 millones de dólares.
La subdirectora de la Facultad de Negocios de Zegel, Milagros Torres, señaló que este comportamiento positivo es el resultado de una estrategia comercial orientada a diversificar los mercados y productos de exportación. “El Perú ha sabido aprovechar sus recursos naturales y la creciente demanda de productos agrícolas, mineros y pesqueros en mercados clave como China y Estados Unidos. Esto no solo genera divisas, sino que también fortalece sectores clave de nuestra economía”, comentó Torres.
El incremento en las exportaciones peruanas se ha dado, en gran medida, gracias al repunte de los productos tradicionales como el cobre, el gas natural y los productos pesqueros. Durante el mes de julio, los envíos de productos tradicionales crecieron un 5%, mientras que los de productos no tradicionales como agroexportaciones y textiles experimentaron un aumento del 9.7%.
Torres resaltó que el Perú ha logrado un avance notable en sus exportaciones no tradicionales. “El crecimiento de las agroexportaciones, en particular, ha sido significativo. Productos como los arándanos, paltas y uvas han ganado mayor presencia en los mercados internacionales, lo que refleja el esfuerzo de los productores locales por cumplir con altos estándares de calidad”, explicó la experta.
Además, la estabilidad macroeconómica y el entorno favorable para la inversión han sido clave para este desempeño. “Perú ha mantenido un marco económico que promueve la inversión y facilita el comercio exterior, lo cual resulta esencial para competir en un entorno global cada vez más desafiante”, añadió Torres.
A pesar de estos logros, el país enfrenta retos importantes en su política comercial. La logística y los costos de transporte son factores que limitan el crecimiento de las exportaciones, particularmente para los pequeños y medianos productores. “Perú aún debe mejorar la infraestructura logística, especialmente en zonas alejadas de la costa, para facilitar la conexión entre los centros de producción y los puertos de exportación”, señaló Torres.
Además, la dependencia del país en cuanto a las exportaciones de productos primarios sigue siendo un desafío. Si bien los productos no tradicionales están ganando terreno, las exportaciones peruanas aún dependen en gran medida de los minerales, cuyos precios son volátiles en los mercados internacionales.
El saldo comercial positivo no solo es una buena noticia para el sector exportador, sino también para la economía en su conjunto. Un superávit en la balanza comercial contribuye a la estabilidad del tipo de cambio, mejora la capacidad del país para pagar sus deudas externas y genera empleo en sectores clave.