Feriados Nacionales: Un Derecho que desafía la sostenibilidad de las PYMES

Las vacaciones y feriados nacionales están consagrados en nuestra Constitución como derechos fundamentales que garantizan el descanso, el libre esparcimiento y el cuidado de la salud física y mental de los trabajadores. Sin embargo, su impacto en la economía, particularmente en las pequeñas y medianas empresas (PYMES), plantea retos que no pueden ser ignorados.

Desde una perspectiva económica, el descanso laboral es crucial para mejorar la productividad y el desempeño. No obstante, en un entorno dominado por pequeños empresarios, los 16 feriados nacionales y los días no laborables adicionales, que en 2024 sumaron 56 jornadas de inactividad, generan serias complicaciones. Durante estos periodos, no solo se paraliza la maquinaria estatal, sino que también se afecta gravemente la actividad de las PYMES, limitando su derecho a la libertad de trabajo y empresa, ambos protegidos constitucionalmente.

Un informe de Comex Perú, titulado “Más empresas, pero de menor tamaño”, revela que en el primer trimestre de 2024 se registraron 3,375,115 empresas, de las cuales más de la mitad son unipersonales. Datos de SUNAT confirman la existencia de 3,3 millones de micro y pequeñas empresas contribuyentes, concentradas en regiones como Apurímac y Cajamarca, con predominio en los sectores de hotelería, restaurantes y comercio.

Estas pequeñas empresas enfrentan una atomización empresarial que refleja la falta de incentivos financieros del Estado. La ausencia de políticas de fomento dificulta su crecimiento y permanencia en el mercado. Además, los procesos administrativos y permisos esenciales para su operatividad quedan en suspenso durante los feriados prolongados, afectando su acceso al mercado y su desarrollo.

Si bien se argumenta que los feriados largos fomentan el turismo interno, la realidad muestra que muchas PYMES aún luchan por recuperarse de la pandemia. Muchas de ellas no pertenecen formalmente al sector turístico ni reciben apoyo estatal, lo que agrava su situación. La interrupción de la cadena de suministro y las dificultades para cumplir con pagos de créditos generan un impacto negativo en aquellos negocios en proceso de formalización y sin respaldo financiero suficiente.

Es fundamental considerar a los sectores más vulnerables, como pequeñas escuelas privadas, restaurantes dependientes de la venta diaria de menús, profesores particulares y negocios familiares que dependen de una clientela estable. Estos actores económicos, muchas veces invisibilizados, ven sus ingresos seriamente afectados durante los feriados prolongados.

En conclusión, si bien el derecho al descanso es esencial, se debe encontrar un equilibrio que no perjudique desproporcionadamente a las PYMES. La implementación de políticas públicas que promuevan la resiliencia y el crecimiento de estos pequeños negocios, junto con una planificación estratégica de los feriados, podría mitigar los efectos negativos y garantizar un desarrollo económico más inclusivo y equitativo.

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