Sin la pesca industrial y el agro, el crecimiento de la economía peruana hubiese sido de 2.46% en mayo.
Empleo adecuado contribuyó con más del 60% de los puestos de trabajo creados en Lima Metropolitana.
La economía peruana experimentó un crecimiento anual de 5.04% en mayo de 2024 y, con ello, acumuló un avance de 2.94% en los primeros cinco meses del año. En mayo, la actividad económica fue favorecida por el significativo incremento de la pesca industrial debido a la reversión de anomalías climáticas cálidas que impidieron el inicio de la primera temporada de captura de anchoveta en la zona centro-norte durante el segundo trimestre de 2023. Además, la recuperación de la actividad primaria fue acompañada por el continuo dinamismo de los sectores vinculados al gasto de consumo.
La mayor captura industrial de anchoveta brindó soporte a la fuerte expansión de la pesca (+329.16%) y manufactura primaria (+76.54%), lo cual permitió que el PBI primario registre un crecimiento anual de 14.31%, acumulando su segundo mes consecutivo de avance a doble dígito. En ese sentido, sin el efecto estadístico favorable asociado al rebote de los sectores primarios afectados por los fenómenos climáticos en 2023 como la pesca industrial y el agro, el crecimiento anual de la economía peruana habría sido de 2.46% en el quinto mes del año.
Por su parte, el crecimiento del PBI no primario, que agrupa a los sectores vinculados a la demanda interna, se desaceleró ligeramente y creció a un ritmo anual de 2.5%, ante el menor dinamismo de los sectores vinculados a la inversión tales como construcción (+5.54%) y manufactura no primaria (+1.12%). Pese a ello, los rubros relacionados al gasto de consumo como comercio y servicios continuaron mostrando señales de recuperación al registrar en conjunto un crecimiento anual de 2.6% en mayo, sumando su sexto mes consecutivo en terreno positivo luego de 12 meses de continuo estancamiento desde diciembre de 2022.
Empleo en Lima Metropolitana
Los datos más recientes de empleo en Lima Metropolitana muestran ligeras señales de recuperación de las condiciones de trabajo. En el segundo trimestre de 2024, el empleo en la capital creció 4.7%, su ritmo más alto desde el tercer trimestre de 2022. De los 246 mil puestos que se generaron en este periodo, más del 60% fueron empleos adecuados, los cuales aumentaron 5.0%. Ello apunta hacia una mejora en la calidad de los trabajos.
Por otro lado, disminuyó el subempleo por ingresos (-1.6%), es decir, aquellos trabajadores con salarios menores al valor de una canasta mínima de consumo (alrededor de S/ 1,250 mensuales). Esto en un contexto en el que las tasas de inflación más bajas representan menores presiones sobre la capacidad de gasto de las familias. Pese a ello, el porcentaje que representan los limeños subempleados por ingresos (32.1%) aún se ubica muy por encima de los niveles prepandemia (22.8%).
En línea con la recuperación de las actividades vinculadas al consumo, el crecimiento del empleo en Lima viene siendo impulsado principalmente por los sectores comercio (+8.9%) y servicios (+3.5%), donde se crearon 97 mil y 105 mil trabajos, respectivamente. No obstante, al tratarse de sectores altamente informales y, por tanto, vinculados a menores salarios, esta dinámica se habría traducido en una desaceleración de los ingresos. Así, los salarios reales -ajustados por inflación- crecieron solo 1.2% en el segundo trimestre, el ritmo más bajo desde el tercer trimestre de 2022.
Perspectivas
Los indicadores adelantados de actividad muestran que la economía peruana se habría desacelerado significativamente en junio de 2024, luego de crecer más de 5.0% en los dos meses previos. La demanda de electricidad, según cifras del COES, experimentó una caída anual de 0.2% tras mostrar un avance de 2.3% en promedio entre abril y mayo. Además, de acuerdo con datos del BCRP, el crecimiento de la inversión pública se desaceleró a 4.0% en junio, luego de un incremento promedio de 27.2% en los dos meses anteriores, lo que habría restado dinamismo al sector construcción. Mas aún, los indicadores de actividad empresarial recogidos por el BCRP mostraron un deterioro de la situación actual de las ventas, producción, demanda y órdenes de compra al cierre del primer semestre del año.
Sin embargo, en lo que resta de 2024 existen condiciones favorables que brindarían soporte a un mayor dinamismo del gasto privado. El gasto de consumo será favorecido por menores presiones inflacionarias, mejores expectativas de las familias y retiros extraordinarios de AFP y CTS. Además, el repunte de los precios de los minerales a niveles históricamente altos contribuiría a sostener la confianza empresarial y recuperar el dinamismo de la inversión privada. Esto permitiría que el crecimiento de la economía peruana se acelere a un ritmo anual promedio de 3.2% en la segunda mitad del año, con lo cual el año cerraría con un crecimiento de alrededor de 3% según estimados del IPE.