La reciente culminación del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en nuestro país ha resaltado la relevancia de estrechar vínculos con economías desarrolladas como Estados Unidos y China. Este tipo de eventos ofrece una oportunidad invaluable para atraer inversiones que, de concretarse, podrían ser un catalizador para el crecimiento económico a largo plazo. En un contexto donde el potencial de crecimiento del Perú ronda el 2% según Macroconsult, el reto de cerrar brechas sociales se vuelve no solo deseable, sino urgente.
Es ampliamente aceptado que la inversión juega un papel crucial en la promoción del crecimiento económico. Sin embargo, esto no es suficiente por sí sola. La productividad total de factores (PTF), una medida de la eficiencia con la que un país utiliza sus recursos, también tiene un impacto decisivo. En el caso peruano, la baja PTF ha limitado el impacto positivo de otras inversiones, generando la paradoja de recursos mal aprovechados. Según estudios del Banco Mundial, factores como innovación, educación, infraestructura y calidad institucional son determinantes para mejorar la PTF. De estos, la educación se destaca por su urgencia y relevancia.
Un sistema educativo en crisis
Los resultados educativos en el Perú reflejan una realidad alarmante. Según el Ministerio de Educación, solo el 37% de los estudiantes de primaria alcanzan competencias básicas en lectura y apenas el 11% en matemáticas. En secundaria, las cifras son aún más desalentadoras: 18% en lectura y 11% en matemáticas. Si bien las tasas de asistencia escolar son altas (99% en primaria y 92% en secundaria), la calidad del aprendizaje sigue siendo insuficiente para construir un capital humano.
Este problema se agrava cuando las políticas públicas, como la decisión de cerrar colegios durante el APEC, parecen contradecir la necesidad de fortalecer el sistema educativo. Estudios recientes del Banco Mundial muestran que una semana de cierre escolar puede traducirse en una pérdida de aprendizajes de entre 0.5% y 0.6% de una desviación estándar, afectando de manera más severa a los niños pequeños. En el contexto peruano, donde la conectividad y los niveles iniciales de aprendizaje son precarios, estos efectos probablemente
Estrategias para el futuro
Evitar futuros cierres escolares debe ser una prioridad para el gobierno. Además, es imperativo diseñar estrategias que permitan recuperar los aprendizajes perdidos desde 2020 debido a la pandemia y otros factores. Esto implica inversiones significativas en conectividad, formación docente, materiales educativos de calidad y un enfoque renovado en la medición y mejora del rendimiento educativo.
Esto requiere un compromiso sostenido con la implementación de evaluaciones periódicas que identifiquen brechas de aprendizaje, así como la adaptación de currículos para responder a las necesidades específicas de los estudiantes. Además, es crucial promover la innovación en metodologías pedagógicas y garantizar el acceso equitativo a oportunidades educativas, especialmente en comunidades vulnerables, para construir un sistema más inclusivo y resiliente.
Si el Perú aspira a maximizar los beneficios de su integración económica global, debe priorizar el fortalecimiento de su capital humano. Solo así podrás garantizar que los niños y adolescentes de hoy se convertirán en los motores del desarrollo de mañana. Al hacerlo, no solo aseguramos el bienestar de las generaciones futuras, sino que también protegemos nuestra competitividad como nación en un mundo cada vez más interconectado.
Estas acciones deben ser acompañadas por políticas públicas que incentivan la participación activa de las comunidades educativas, promuevan la equidad en el acceso a recursos y fortalecen la supervisión y transparencia en la ejecución de los programas educativos. Solo a través de un esfuerzo integral y sostenido se podrá garantizar que los estudiantes recuperen el terreno perdido y que el sistema educativo peruano esté preparado para enfrentarlos.