Acabada ya la primera mitad de 2023, los resultados de la inversión pública en los Gobiernos subnacionales aún dejan mucho qué desear. A pesar de un incremento del 15.4% en la inversión respecto al año anterior, los datos muestran que solo se ha ejecutado un 28.4% del presupuesto asignado. Esto significa que más del 70% de los fondos destinados a proyectos de infraestructura y servicios básicos, como carreteras, escuelas y postas médicas, se encuentran sin utilizar. La falta de ejecución en sectores clave para el bienestar de los ciudadanos, como educación, salud, saneamiento y transporte, es alarmante, y algunos gobiernos subnacionales presentan avances mínimos o nulos en sus proyectos.
Ejecución de proyectos
Los datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) revelan que los Gobiernos locales y regionales tienen un porcentaje de ejecución igual o incluso menor que el promedio nacional en áreas como educación, salud, saneamiento y transporte. Por ejemplo, hay ocho Gobiernos regionales con menos del 10% de avance en salud, y las municipalidades de Huánuco y Madre de Dios apenas han ejecutado el 7% y 8.2% de su presupuesto de saneamiento respectivamente. Incluso el GORE Áncash, con el mayor presupuesto para educación, tiene una ejecución mínima del 2.2%. Estos datos reflejan la dificultad que enfrentan los Gobiernos subnacionales para invertir eficientemente en sectores prioritarios.
El análisis de ejecución de proyectos revela que, a pesar del transcurso del tiempo, aún existe un alto porcentaje de proyectos con avance nulo. Incluso al ajustar el criterio y considerar proyectos con un avance superior al 10%, la situación empeora significativamente. A junio, menos del 40% de los proyectos de los Gobiernos regionales y alrededor del 44% de las municipalidades logran superar este umbral. Esto significa que la mayoría de las obras en los Gobiernos subnacionales no han gastado una parte sustancial de su presupuesto asignado o no han alcanzado un nivel de ejecución adecuado.
La administración de proyectos públicos es una de las principales debilidades de los Gobiernos subnacionales. Por un lado, carecen del nivel de especialización necesario para manejar las diferentes áreas de su cartera. Esto se evidencia en la falta de conocimientos técnicos específicos, como la ubicación de cuencas hídricas o zonas de riesgo, que son indispensables para la prevención de desastres. Estos conocimientos especializados suelen ser particularidades de instituciones de nivel nacional y no están presentes, o lo están en menor medida, en las municipalidades y Gobiernos regionales.
Por otro lado, la cantidad de obras a cargo de los Gobiernos subnacionales a menudo excede sus capacidades. Limitaciones como la falta de personal, la carencia de una oficina de gestión de proyectos y la constante llegada de nuevos proyectos hacen que sea necesario seleccionar qué obras cumplirán su presupuesto programado en el año y cuáles serán pospuestas o abandonadas. Esta realidad implica que las autoridades no pueden enfocar todos sus recursos y esfuerzos en cada proyecto simultáneamente, lo que inevitablemente reduce el porcentaje de ejecución.
En conclusión, la brecha entre las expectativas de los ciudadanos y la realidad de los Gobiernos subnacionales en cuanto a la ejecución de proyectos públicos es evidente. La solución no radica simplemente en transferir más dinero, sino en mejorar la gestión de los recursos existentes. Es necesario proporcionar capacitaciones y asistencia técnica continua para fortalecer las capacidades de los gobiernos locales y regionales. Programas como “Con Punche Perú” son intervenciones acertadas, pero deben ir acompañados de mejoras demostrables a lo largo del tiempo. Es crucial evaluar los resultados al finalizar el año, determinar cuántos proyectos se pudieron completar al menos al 50% y si se logró concluir totalmente una lista de proyectos priorizados por los Gobiernos regionales. De esta manera, se podrá trabajar en función de los resultados y mejorar la eficiencia en la inversión pública en el siguiente año.