Recientemente, en un acto protocolar llevado a cabo en el Palacio de Gobierno, Ecuador entregó la presidencia de la Red Interamericana de Gobierno y Transformación Digital a Perú. La red reúne a autoridades de transformación digital de los países miembros de la OEA. Durante su discurso, la presidenta Dina Boluarte enfatizó el compromiso de su gobierno con la transformación digital, destacando su importancia en la agenda gubernamental. En efecto, la transformación digital es crucial no solo para mejorar la eficiencia del Estado, sino también para mejorar la relación con los ciudadanos y cerrar las brechas de conectividad que existen.
A pesar de los cambios políticos y la rotación constante de autoridades, dos grandes reformas han logrado mantenerse en Perú: la mejora regulatoria y la transformación digital. Sin embargo, a pesar del impulso dado por las autoridades pertinentes (la Secretaría de Gestión Pública y la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital, ambas de la PCM), aún no se ha visto liderazgo en estas reformas por parte de la más alta autoridad gubernamental (Presidencia).
Dos de los principales problemas que enfrenta el sector público son la corrupción y la falta de competencia en el servicio civil. La transformación digital está estrechamente relacionada con la transparencia de la información y su disposición a la ciudadanía. En la medida en que toda información, acto, contratación, etc., de una entidad estatal (a todo nivel de Gobierno) sea pública, la ciudadanía será la principal fiscalizadora del buen uso de los recursos, que en última instancia son sus propios tributos. Por tanto, la transformación digital es una herramienta poderosa para combatir la corrupción.
La mejora regulatoria, por su parte, permite una administración pública que regula con base en evidencia, en conjunto con la ciudadanía, y evita prácticas mercantilistas. El resultado es una mejor regulación, que es realmente necesaria, se adapta a la realidad y es fácil de cumplir.
Además, es necesario seguir avanzando en la reforma del servicio civil, a fin de contar con un sector público competente y comprometido con el bienestar de la ciudadanía. En este sentido, el fortalecimiento de la gestión subnacional dentro del programa “Punche Perú” debe ser acompañado de un enfoque en estos aspectos.
En conclusión, es el momento de colocar el fortalecimiento del servicio público en el centro de las acciones gubernamentales. La mejora regulatoria y la transformación digital son pilares fundamentales para ello y deben ser lideradas por la más alta autoridad gubernamental para lograr un impacto significativo en el bienestar de la ciudadanía.