Facilitar el acceso financiero a las mujeres en el mundo rural y contribuir con su bancarización es una tarea pendiente.
En el mundo rural andino, la bancarización presenta desafíos significativos debido a una combinación de factores culturales, geográficos y económicos. La falta de infraestructura física, baja presencia del Estado que proporciona servicios básicos como salud y educación, sumadas a la falta de infraestructura financiera, contribuye a la complejidad de integrar servicios en estas regiones.
En particular, las mujeres rurales enfrentan barreras adicionales para alcanzar la independencia financiera. Las restricciones culturales y la falta de educación financiera limitan sus oportunidades para acceder a servicios bancarios y emprender iniciativas económicas propias. Superar estos desafíos implica la implementación de estrategias inclusivas que aborden tanto las barreras estructurales como las culturales.
“Promover la inclusión financiera de las mujeres es parte de nuestro propósito. Su limitado acceso al sistema financiero guarda una estrecha relación con la falta de oportunidades en aspectos básicos como la educación, y esto deriva en una importante desconfianza en las instituciones financieras y en el uso de herramientas digitales. Esta situación se agrava por el entorno cultural ya que las normas sociales bajo las que se rigen contribuyen a empeorar el acceso de las mujeres a servicios financieros teniendo como consecuencia una evidente disparidad de ingresos que dificulta la capacidad de ahorro y la inversión de las mujeres”, afirma Sandra Jauregui, gerenta de planeamiento financiero de Los Andes.
Acceso a crédito
Con esta problemática expuesta, la entidad rural con presencia en más de 18 ciudades de nuestro país impulsará “Crédito Mujer Luchadora”, para mujeres independientes con algún negocio y que estén vinculadas con actividades de producción, servicios, comercialización, y en el mundo agropecuario.
“Tenemos la firme convicción de extender este financiamiento, que irá hasta los 10 mil soles, a la mayor cantidad de mujeres luchadoras apuntando a dar un paso más para acercarnos hacia la igualdad de género y el empoderamiento económico femenino. Este producto está pensado en los ingresos que generan ellas, sin tomar en cuenta al cónyuge. El objetivo es potenciar su independencia económica”, agrega Jauregui.
Perfil con menor riesgo
De acuerdo con un estudio del BID Invest “Empresarias en Ascenso: Un estudio sobre el creciente poder financiero del mercado femenino en América Latina y el Caribe y lo que significa para las instituciones financieras”, las pymes lideradas por mujeres tienen un ratio de mora menor al de los hombres (2.7% vs 4%), Por lo tanto, no solo es una cuestión de equidad y justicia sino también económica. De acuerdo a este estudio si aprovecháramos la oportunidad en Perú podríamos generar US$ 756MM adicionales. En nuestra región, las mujeres son propietarias de casi una cuarta parte de emprendimientos, y de las pequeñas y medianas empresas, lo que evidencia su resistencia frente a dificultades económicas y las ganas de sacar adelante a sus familias”, concluyó Jauregui.