En el 2017, ciertas regiones del norte fueron declaradas en emergencia sanitaria. Esto fue consecuencia de las aguas estancadas dejadas por las fuertes lluvias en el norte del país.
A medida que el Fenómeno El Niño afecta diversas regiones, es esencial prestar atención a las posibles consecuencias en la salud pública. Este fenómeno climático, caracterizado por un calentamiento anormal de las aguas del Océano Pacífico, puede desencadenar condiciones que aumentan el riesgo de enfermedades en las comunidades afectadas.
En 2017, durante el evento del Niño Costero de moderada intensidad, las regiones de Lambayeque, Piura y Tumbes fueron declaradas en emergencia sanitaria debido a la proliferación del zancudo transmisor del dengue, chikungunya y zika. Esto fue consecuencia de las aguas estancadas dejadas por las fuertes lluvias en el norte del país.
“Teniendo experiencias previas y ante la inminencia de un nuevo episodio climatológico, es fundamental anticiparnos a los posibles riesgos y adquirir conocimiento sobre las medidas que contribuyan a resguardar la salud de la población. Además de las enfermedades mencionadas, como el dengue, el zika, entre otras, también existe evidencia de otras patologías que afectan el sistema respiratorio y gastrointestinal. Por lo tanto, es necesario estar alertas ante posibles señales”, precisó el Dr. Set Carrasco De La Cruz, médico internista de la Clínica Stella Maris.
A partir de ello, el especialista detalla las principales patologías a las que podrían estar expuestas las personas y las medidas que se deberían tomar.
- Dengue: Enfermedad viral transmitida por mosquitos, principalmente el Aedes aegypti. Caracterizada por síntomas como fiebre alta, dolores musculares, dolor de cabeza y erupciones cutáneas. Este puede variar desde una forma leve hasta una más grave, conocida como dengue grave o fiebre hemorrágica.
- Malaria: Enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Anopheles. Los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dolores musculares y fatiga, y en casos graves, puede provocar complicaciones potencialmente mortales.
- Enfermedades tropicales (zika y chikungunya): La expansión de áreas propicias para vectores puede incrementar la incidencia de enfermedades tropicales, como el zika y el chikungunya.
La prevención del dengue, la malaria y algunas enfermedades tropicales, como las mencionadas, se centra en evitar la reproducción de mosquitos y protegerse contra las picaduras. Esto se logra mediante la eliminación del agua estancada, el uso de repelente, ropa protectora, instalación de mosquiteros, entre otras medidas.
- Enfermedades respiratorias: Las condiciones climáticas extremas pueden contribuir a la contaminación del aire y al aumento de partículas en suspensión, lo que podría incrementar los casos de enfermedades respiratorias. Como medida preventiva, es crucial mantener una buena higiene personal, lavarse las manos con regularidad y evitar el contacto cercano con personas que tengan diagnósticos respiratorios.
- Enfermedades gastrointestinales: Las inundaciones pueden contaminar el suministro de agua y favorecer la propagación de enfermedades transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera. La higiene adecuada y el lavado de manos son cruciales. Además, es importante asegurar el consumo de agua potable y alimentos bien cocidos. Mantener la higiene en entornos de preparación de alimentos y garantizar la refrigeración adecuada también contribuyen significativamente a la prevención de enfermedades gastrointestinales.
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