- El 57% de los peruanos utiliza herramientas de IA en sus tareas laborales diarias. Además, el 99% de los profesionales resulta útil o muy útil, según el estudio “IA en el trabajo” de Bumeran.
Lima, diciembre de 2025.- La Inteligencia Artificial se ha integrado de manera progresiva en los entornos laborales, especialmente en las profesiones creativas y técnicas. Más allá del debate sobre si la IA es aliada o amenaza, hoy su valor se mide en términos prácticos como la velocidad, eficiencia y capacidad para ampliar escenarios de trabajo.
Esta adopción ya es visible en el día a día. De acuerdo con el estudio “IA en el trabajo” de Bumeran, el 57% de los peruanos utiliza herramientas de IA en sus tareas laborales diarias y, para el 99% de los profesionales, estas resultan útiles o muy útiles. La IA ya forma parte de procesos en diversas profesiones, como el diseño y la arquitectura, donde se emplea para automatizar tareas, analizar información y acelerar la toma de decisiones.
“Actualmente, los arquitectos están prototipando con IA porque les permite evaluar alternativas y optimizar el proceso de diseño. Esta lógica ya se trabaja desde las aulas: los estudiantes de Arquitectura integran la IA como parte de su formación y la aplican directamente en sus proyectos académicos sobre todo en la fase de composición volumétrica, ya que las soluciones funcionales son parte intrínseca de la creatividad que incentivamos en el estudiante, como el más reciente Ciudades Elevadas, donde se exploraron soluciones urbanas vinculadas a densificación, sostenibilidad y crecimiento de la ciudad, permitiendo prototipar distintas propuestas y analizar su impacto antes de definir un resultado final”, señala José Ignacio Pacheco, decano de la Facultad de Diseño y Arquitectura de UCAL.
En ese sentido, el experto brinda tres recomendaciones sobre las competencias que permiten a los arquitectos contribuir un futuro mejor urbanizado:
- Usar la IA para optimizar tiempos de trabajo: Aplicarla en tareas como renders, visualizaciones y pruebas de diseño para reducir horas de producción y dedicar más tiempo al análisis y a la toma de decisiones.
- Diseñar a partir de problemas reales: Identificar las necesidades actuales de la ciudad y de los usuarios, como la densificación, la sostenibilidad o las nuevas formas de habitar, y utilizar la tecnología para evaluar y ajustar soluciones antes de definir un proyecto final.
- Integrar la tecnología al flujo normal de trabajo: Incorporar la IA desde las primeras etapas del proyecto, como el análisis cuantitativo del contexto, el desarrollo de conceptos y el prototipado volumétrico, permitiendo evaluar alternativas, modificar y evaluar propuestas a tiempo, con la optimización de recursos.
“La Inteligencia Artificial ha dejado de ser una tendencia futura para convertirse en una herramienta concreta: ya se usa, ya se enseña y ya genera valor práctico”, añade José Ignacio Pacheco.
Finalmente, es importante tomar en cuenta que, en un contexto donde el uso de la IA se consolida como una competencia necesaria para responder a un mercado cada vez más dinámico, el desarrollo profesional exige una mirada más crítica y estratégica frente a la tecnología. Integrar nuevas herramientas implica asumir un rol activo en su aplicación, definir criterios claros y comprender su impacto en los procesos y resultados.

