El resultado anual se explicó, principalmente, por la desaceleración del consumo y la significativa caída de actividades afectadas por eventos climáticos a lo largo del año como la agricultura y pesca. Sin el aporte del sector minero, la contracción habría sido de 1.4%.
La economía peruana acumuló una contracción de 0.55% durante el 2023, en línea con las proyecciones del Instituto Peruano de Economía (IPE) publicadas en diciembre pasado, reportó el INEI. Este registro anual es el peor desde 1990.
El resultado anual se explicó, principalmente, por la desaceleración del consumo y la significativa caída de actividades afectadas por eventos climáticos a lo largo del año como la agricultura (-4.1%) y pesca (-19.8%). Esta debilidad fue exacerbada por el fuerte retroceso de sectores vinculados al gasto de inversión como construcción (-7.9%) y manufactura no primaria (-8.1%).
Además, sin la contribución positiva del sector minero, la contracción del PBI en el 2023 hubiese sido de 1.4%. Este rubro registró un avance de 9.5% y permitió compensar parcialmente el bajo desempeño del resto de la economía.
Pese al balance negativo del año pasado, durante el último mes del 2023 se registraron algunas señales positivas que ofrecen indicios de una incipiente recuperación de la economía peruana. Por ejemplo, en diciembre de 2023, los sectores no primarios vinculados a la demanda interna habrían registrado un crecimiento anual de 1.4%, la primera cifra positiva luego de doce meses de caídas consecutivas. Ello refleja la disipación de choques adversos que interrumpieron actividades relacionadas al consumo (como en comercios y servicios) y la inversión (construcción) durante el episodio de conflictividad registrado a fines del 2022 e inicios del 2023.
Los indicadores de actividad disponibles muestran que la economía habría ganado mayor dinamismo en el inicio del 2024, luego de cuatro trimestres de caídas consecutivas al cierre del 2023. Por ejemplo, según datos del COES, el consumo de electricidad de los rubros relacionados a la inversión registró en enero su mayor avance (5.6%) desde mediados de 2022. Asimismo, la inversión pública se aceleró significativamente y registró un crecimiento real anual de 130% en enero de 2024, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), lo que debería traducirse en un mayor dinamismo del sector construcción.
Sin embargo, la recuperación de la economía sería incipiente, dado que recientes encuestas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) señalan que más del 40% de empresas no financieras consideran a la contracción de la demanda como uno de los factores con mayor impacto en sus ventas.
Para el resto del 2024, el balance de riesgos que monitorea el IPE se ha tornado menos adverso como resultado de la normalización de las anomalías climáticas hacia niveles más cercanos a un Fenómeno El Niño Costero de intensidad débil. Este escenario debería, gradualmente, mejorar las expectativas del sector privado, como viene ocurriendo desde enero y resultaría en un crecimiento de la economía ligeramente superior al 1.9% que tiene previsto el IPE para el 2024. Así, ante este nuevo panorama, la proyección anual del IPE será revisada al alza en su siguiente publicación de proyecciones macroeconómicas a inicios de marzo próximo.