La importancia de una intensa guerra cultural para promover el desarrollo económico y social en el Perú.

Por Manuel Villalva

El país se encuentra atrapado entre la trampa del ingreso medio y la resistencia cultural al cambio. Para superar estos obstáculos y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa, es necesario abordar las desigualdades profundas y persistentes, fortalecer las instituciones democráticas y el Estado de derecho, y construir una coalición amplia y diversa comprometida con el cambio transformador.

El estancamiento del desarrollo económico y social en el Perú, así como la elección de un gobierno encabezado por Pedro Castillo, se deben en parte a la llamada “trampa de ingresos medios”. ¿En qué consiste este fenómeno? Sucede que cuando las sociedades pobres implementan reformas básicas para aumentar su productividad y competitividad, como la privatización de empresas estatales, ajustes macroeconómicos y la desregulación de mercados y comercio internacional, logran un crecimiento económico que permite aumentar los salarios y mejorar el bienestar de la sociedad.

La falta de diversificación y complejización del aparato productivo, la ausencia de consolidación del Estado de derecho, la ineficiencia en el sistema de salud, la falta de inversiones en infraestructura y la falta de una reforma educativa que promueva la innovación son algunas de las causas del estancamiento del desarrollo económico y social en el Perú, según estudios del Banco Mundial. Además, la elección de un gobierno por Castillo ha sido otro factor que ha influido en esta situación.

Sin embargo, cuando una sociedad alcanza un nivel de ingreso medio, con ingresos per cápita entre US$ 4,000 y US$ 13,000, la economía puede desacelerarse o dejar de crecer debido a dos factores: la falta de diversificación y complejización del aparato productivo para competir en los mercados internacionales y pagar salarios altos, lo que resulta en varios años de crecimiento lento. Esto es lo que ha ocurrido en Perú, según estudios del Banco Mundial.

La falta de consolidación del Estado de derecho, de instituciones y del sistema de justicia, así como la ausencia de una reforma educativa que promueva la innovación, la ineficiencia en el sistema de salud y la falta de inversiones en infraestructuras son algunas de las causas del declive del crecimiento en las sociedades de ingreso medio, como Perú. Desde 2014, las tasas de crecimiento en Perú se han desacelerado al punto de que la pobreza ha aumentado.

Para superar esta trampa de ingresos medios, es necesario que el país implemente reformas de segunda generación. Esto implica la consolidación del Estado de derecho y la desregulación de la economía, eliminando las regulaciones excesivas que se han acumulado en las últimas tres décadas, ya que estas regulaciones obstaculizan los principios de desregulación establecidos en la Constitución y los tratados de libre comercio, y fomentan la burocracia, la corrupción y alejan a las inversiones.

Además, es fundamental que la reforma educativa se enfoque en la meritocracia y la innovación, junto con una visión humanista y cultural que promueva la tolerancia. Las sociedades que caen en la trampa de ingresos medios suelen tener sistemas educativos que no preparan a los estudiantes para la innovación y la creatividad. Para lograr este objetivo, se requiere una educación basada en el mérito y alejarse de las trampas de justicia social o ideología de género promovidas por corrientes comunistas y progresistas.

Asimismo, para impulsar un nuevo ciclo de crecimiento económico y social, Perú debe abordar los déficits de infraestructura, que ascienden a más de US$ 125 mil millones. Esto implica la necesidad de promover inversiones a través de asociaciones público-privadas y obras por impuestos. Las infraestructuras son cruciales para la conectividad física de la sociedad, ya que permiten el flujo de capitales y emprendimientos, y son esenciales para el bienestar de la sociedad.

Para superar la trampa de ingresos medios, el país necesita avanzar en el desarrollo de reformas de segunda generación. Esto implica eliminar las sobrerregulaciones que obstaculizan la consolidación del Estado de derecho y la desregulación de la economía, así como centrarse en una reforma educativa que fomente la meritocracia y la innovación. Además, es esencial resolver los déficits de infraestructura mediante asociaciones público-privadas y obras por impuestos para relanzar la inversión y conectar físicamente a la sociedad.

Sin embargo, en las últimas tres décadas, las izquierdas en todas sus versiones han construido narrativas que demonizan a la empresa privada y a la minería moderna, lo que ha llevado a sobrerregulaciones que han convertido al Perú en uno de los países menos competitivos en exploraciones. Para superar esta trampa de ingresos medios, el Perú debe desarrollar una nueva ola de reformas y llevar a cabo una intensa guerra cultural para combatir estas narrativas y construir una sociedad que valore y promueva el desarrollo económico y social sostenible.

You may also like

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00