El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición médica que se relaciona con la dificultad para concentrarse. El 26% de los niños y adolescentes entre 10 y 19 años que presentan un trastorno mental, sufren TDAH.
Se estima que alrededor de 16 millones de niños y adolescentes entre 10 y 19 años viven con un trastorno mental en América Latina y el Caribe, siendo la depresión, ansiedad y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad los tres más comunes, según datos de UNICEF.
“Las niñas y niños son susceptibles a presentar diferentes trastornos mentales según su etapa de desarrollo. Por ejemplo, de los 2 a los 6 años pueden presentar ansiedad por separación al ingresar a las escuelas y experimentar un cambio en su rutina. A partir de los 6 años es común comenzar a identificar rasgos del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), principalmente son los profesores quienes perciben ciertas actitudes que resaltan del comportamiento de los niños”, comenta el Dr. Byron García, Psiquiatra Infantil y de Adolescentes Certificado por la Junta de la División Infantil de Massachusetts General Hospital.
¿Qué tan común es el TDAH?
De acuerdo a UNICEF, el 26% de los niños y adolescentes entre 10 y 19 años que presentan un trastorno mental sufren trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el cual se relaciona con la dificultad para concentrarse, distraerse constantemente, presentar mucha actividad, cambiar constantemente de actividades, olvidar sus tareas, tener dificultad para organizarse, entre otros.
“El TDAH puede presentarse incluso desde edades tempranas, pero es hasta que los niños entran a la escuela cuando se resaltan ciertos comportamientos. En los niños es más común identificarlo, ya que normalmente se trata de problemas de hiperactividad, mientras que en las niñas los comportamientos son más sutiles ya que suelen ser más “soñadoras” o distraídas. Dependiendo de qué tan severos son los síntomas se puede diagnosticar y sugerir un tratamiento”, agrega el también Formador Clínico de la Facultad de Medicina de Harvard.
¿El TDAH compromete el desarrollo de los niños?
“El primer paso es identificar qué tanto (el TDAH) está afectando el comportamiento del niño, y sus actividades en la escuela o en casa. Es frecuente que los niños se puedan distraer, sin embargo, si la distracción es constante, representa una barrera para su funcionamiento normal”, comenta el Dr. García.
Dependiendo de si se trata de episodios leves, los tratamientos para TDAH pueden ir desde una terapia del comportamiento; orientación y apoyo para el seguimiento y cumplimiento de actividades; recordatorios constantes sobre tareas o actividades; hasta planes educativos que permitan avanzar con menos cantidad de alumnos y más de un profesor; extensión en el plazo de entrega de proyectos, tareas y exámenes; entre otros.
Para los casos más graves de TDAH es necesario utilizar tratamientos farmacológicos que cuentan con hasta un 70% de eficacia, lo que ayuda a los niños a controlar estos comportamientos y mejorar su capacidad de concentrarse y organizarse. La mayoría de las opciones consisten en 2 o 3 tomas al día, lo que puede llegar a dificultar su consumo.
Concientización e investigación
Los investigadores de Massachusetts General Hospital continúan enfocando sus esfuerzos en desarrollar tratamientos alternativos para personas con TDAH, como medicamentos de una sola toma diaria, para facilitar su consumo en niños, así como estudios para entender de qué forma este trastorno afecta el funcionamiento de los niños en el día a día.
“Como especialistas de psiquiatría infantil y de adolescentes, nos interesa ir más allá de los síntomas, entender incluso cómo funcionan las neuronas de las personas con TDAH y si lo hacen diferente a un cerebro “normal”. Queremos expandir el concepto de la Neurodiversidad para concientizar respecto a que los niños con TDAH aprenden de formas diferentes y esta diferencia también les brinda otras cualidades, como la creatividad o productividad durante periodos cortos”, concluyó el Dr. Byron García.