Deep Tech: La Nueva Ola de Latinoamérica

Por Redacción Rumbo Económico

Un estudio enfocado en 340 startups financiadas y un mercado de US$8 mil millones, estima que el ecosistema de tecnología profunda en América Latina y el Caribe crecerá 20 veces más en la próxima década.

En Perú se destaca el caso de la startup Tumi Robotics. La compañía del sector robótico, fundada en 2016 por Francisco Cuellar y Claudia Akemine, se dedica al desarrollo de Inteligencia Artificial y robótica, y lleva levantado un capital de US$10 millones.

Se presentó “Deep Tech, La Nueva Ola”, el primer reporte que dimensiona y analiza el ecosistema de innovación en tecnología profunda (Deep Tech) en América Latina y el Caribe (ALC). El estudio contó con el impulso de BID Lab, AIR Capital, CITES, Deloitte, Draper Cygnus, The Ganesha Lab, GridX y Lab+ y se encuentra disponible en la página del BID Lab.

Las empresas de Deep Tech son aquellas basadas en avances científicos e innovaciones de ingeniería significativas. Las startups de Deep Tech afrontan riesgos tecnológicos importantes e incurren en esfuerzos sustanciales de investigación y desarrollo (I+D). La innovación de Deep Tech es fundamental para abordar de manera efectiva los grandes desafíos de la humanidad.

El estudio identificó 340 startups Deep Tech que han obtenido inversión institucional y que se encuentran distribuidas en 14 países de la región.  Las startups analizadas — que obtuvieron financiamiento por US$2 mil millones, proveniente de 65 fondos y aceleradoras Deep Tech de ALC — conforman un ecosistema de US$8 mil millones y generan más de 10 mil puestos de trabajo. El valor del ecosistema es un dato refleja el potencial y la solidez del sector, que se espera que continúe avanzando de manera exponencial en los próximos años.

“Con este reporte mostramos que Deep Tech abre nuevas avenidas de crecimiento, permite crear nuevas industrias, expande las posibilidades de inclusión y nos posibilita reducir drásticamente nuestra huella ambiental”, afirma Ignacio Peña, Fundador de Surfing Tsunamis y autor del estudio.

Se calcula que, a partir del aprovechamiento de las capacidades de la IA, la región puede aumentar a US$100 mil millones sus exportaciones anuales de servicios basados en conocimiento y que el PBI se puede incrementar un 4 % gracias a los aportes del  I+D privado.

“Deep Tech no es para una élite. Es fundamental entender su influencia en el desarrollo de soluciones para mejorar la vida de millones en situación vulnerable”, afirma Irene Arias Hofman CEO de BID Lab.

En la actualidad, el 61% de las startups se concentran en biotecnología  y el 11% en inteligencia artificial. Sin embargo, están surgiendo startups en otros sectores como en nanotecnología (6%), tecnología limpia (5%), espacio (4%), movilidad avanzada (4%), robótica (2%), fabricación avanzada (2%), salud tecnológica (2%) y materiales avanzados (1%).

Se espera que la biotecnología siga siendo un campo prominente debido a sus conexiones con la alimentación y la agricultura, la disponibilidad de biodiversidad y la abundancia de profesionales talentosos. Sin embargo, por los avances y la disminución de los costos en plataformas clave como cohetes reutilizables, IA, automóviles autónomos, paneles solares y robótica humanoides es muy probable que fomenten un mayor crecimiento y diversificación en varias tecnologías, al hacer que estas tecnologías sean más accesibles y factibles para las startups de los países de Latinoamérica.

¿Qué rol está jugando Perú?

En Perú se destaca el caso de la startup Tumi Robotics. La compañía del sector robótico, fundada en 2016 por Francisco Cuellar y Claudia Akemine, se dedica al desarrollo de Inteligencia Artificial y robótica utilizados para explorar, digitalizar y monitorear entornos extremos.

En sí, Tumi Robotics crea robots inteligentes capaces de realizar tareas complejas de manera rápida y precisa. La empresa se enfoca en las industrias minera, oceanográfica y pesquera, abriendo camino a una nueva era de automatización con una mayor optimización operativa y logrando una mayor eficiencia.

Cuenta con su oficina central en Lima, está valuada en USD$5 millones y sus principales inversores son el grupo SOSV, y HAX. Al día de hoy, lleva levantado un capital de US$10 millones.

En conclusión, la revolución de Deep Tech en Latinoamérica está en marcha, y se espera un futuro tecnológico prometedor. Un futuro que demandará mayor innovación e investigación para continuar desarrollando y aplicando tecnologías disruptivas, capaces de cambiar la dinámica de la vida diaria de las personas para siempre.

Para descargar el reporte completo, por favor ingrese a: https://publications.iadb.org/es/deep-tech-la-nueva-ola.

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