La Presidenta ha pasado por alto el reinicio de los proyectos mineros más importantes.
En su reciente mensaje al país, la Presidenta Dina Boluarte ha destacado los magros resultados sociales y económicos bajo el Gobierno de Castillo, sin embargo, ha dkot ayakkabı modelleri kadın cheap jerseys merk zonnebrillen op sterkte jersey shirt basketball schulter tragetasche zapatipas runnng nike amprtiguacipn reebokeebok classic vector bucket hat cheap basketball jerseys défilé de mode robe de soirée levis 609 jeans lifeventure family uv tält juventus pink black jersey liu jo comprar torrevieja damen filzhut Austria ziener handschuhe kinderejado de lado una importante oportunidad para impulsar la inversión privada, especialmente en el sector minero, que históricamente ha sido un motor antipobreza y generador de empleos en momentos difíciles para la economía nacional.
Si bien se han mencionado algunas propuestas como la solicitud de facultades al Congreso de la República en temas de seguridad ciudadana, la apuesta por el proyecto Majes Siguas para potenciar la agroexportación en el sur peruano y la implementación de la Autoridad Nacional de Infraestructura, se echa en falta un compromiso firme con la inversión privada, que representa más del 80% del total de la inversión en el país.
Es sorprendente que en su discurso no se haya anunciado el reinicio de importantes proyectos mineros, como Tía María, ni se haya mencionado la necesidad de reformar los trámites y tiempos para facilitar la ejecución rápida de las inversiones en este sector. La minería moderna, según estimados, es el único sector que puede impulsar un crecimiento del PBI del 1% en medio de la contracción técnica de la economía. Entonces, surge la interrogante de por qué el Gobierno no apuesta de manera clara y decidida por esta importante fuente de desarrollo económico.
El Gobierno de Boluarte parece no entender que sin la participación de la inversión privada, será difícil hacer realidad los ambiciosos proyectos de inversión pública anunciados, que superan los mil millones de dólares, y tampoco se podrán cumplir las promesas de agua para Puno y Juliaca. La falta de compromiso con la minería moderna y la reducción de trámites y tiempos para impulsar las exploraciones y ejecución de proyectos mineros demuestra una falta de visión en la gestión de los conflictos políticos e ideológicos.
Esta falta de enfoque en la inversión privada y la minería moderna podría llevar al país a una situación difícil de superar en el futuro. Es importante recordar que el país ya ha pasado por momentos de crisis y que, por suerte, se ha librado del Gobierno de Castillo, que fue acusado de corrupción.
La Presidenta Boluarte ha perdido una gran oportunidad para apostar por la minería moderna y brindarle claridad y apoyo incondicional a un sector que es vital para el desarrollo económico del Perú y que representa una fuente importante de ingresos para el país. Es hora de que el Gobierno reconsidere su postura y priorice la inversión privada como un pilar fundamental para el crecimiento y la estabilidad económica.