En plena era digital, donde las interacciones humanas están mediadas por pantallas, emojis y videollamadas, disciplinas escénicas como el clown están siendo cada vez más valoradas por su capacidad para fortalecer la comunicación auténtica. Más allá del estereotipo del payaso de circo, el clown escénico trabaja habilidades blandas como la empatía, la escucha activa y la expresión emocional, aspectos clave en un mundo cada vez más desconectado emocionalmente.
Según el Global Mind Project 2024, el 42% de los jóvenes entre 18 y 24 años presenta dificultades para establecer vínculos emocionales genuinos. En el ámbito laboral, un estudio de la Universidad de Harvard concluye que el 70% de los conflictos en los equipos tiene origen en fallas de comunicación. Frente a este panorama, técnicas como las del clown escénico surgen como herramientas efectivas para recuperar la conexión humana.
“El clown nos invita a mostrarnos tal como somos, con nuestras fortalezas y torpezas, (Mejor colocar debilidades) y desde ahí construir relaciones más honestas”, señala Fabiola Castro, docente de Innova Teaching School y especialista en comunicación basada en el trabajo escénico.
Castro resume cinco recursos del clown que pueden aplicarse tanto en el ámbito personal como profesional:
- Aceptar lo inesperado: en lugar de controlar la conversación, se entrena la capacidad de fluir con lo que sucede, lo que reduce la ansiedad y favorece el diálogo auténtico.
- Conectar desde la mirada: no se trata solo de mirar, sino de estar presente en la mirada, generando empatía y reconocimiento mutuo.
- Transformar el error en aprendizaje: el clown no esconde los errores, los integra, generando confianza y relajando el intercambio.
- Utilizar el juego para romper tensiones: el enfoque lúdico permite derribar barreras y propiciar una comunicación más fluida.
- Dar valor a las pausas: el silencio también comunica y brinda espacio al otro para expresarse con libertad.
Estas técnicas, aplicadas hoy en empresas, escuelas e incluso hospitales, buscan fortalecer las habilidades humanas en tiempos donde la tecnología domina las interacciones. De hecho, compañías como Google y LinkedIn han incorporado programas de entrenamiento emocional, según informó Forbes en 2024, priorizando el desarrollo de habilidades de comunicación interpersonal en sus equipos.
“El desafío no es solo la cantidad de información que manejamos, sino cómo nos conectamos emocionalmente con los demás. Y para eso, a veces, basta con volver a lo más simple: mirarnos y escucharnos”, agrega Castro.